ANTE TODO, AGRADECEMOS SU INTERÉS POR ESTE CASO.

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DATOS CONTRASTADOS EN REFERENCIA A LA DESAPARICIÓN DE DOÑA NEMESIA MORATÓ



Sabemos que el lunes 14 de febrero de 2004 abandona el hogar del jubilado con la intención, según ella (como comunicó a sus compañeros del ala de juegos de mesa del citado asilo) de reincorporarse como trabajadora voluntaria en la Hemeroteca Nacional en su sede de Barcelona.
Paseo de la Zona Franca s/n. esquina C/ Hornos del Berguedà.

Así mismo, tenemos constancia de que se muda de domicilio y pasa de residir en la calle Brunete 25 (en una casa con patio del barrio del Carmelo), a hacerlo en Hospitalet, en un bloque de protección oficial de la calle Celestino Huertas 24. Al parecer, se hace traslado de un escueto ajuar (ropas y muebles, sobre todo) y el resto de sus pertenencias son donadas, según consta en un albarán de Corredurías Olmo, a los Hogares de la tercera edad de S'Agaró. Como hemos comprobado, la mayoría de los objetos llevan más de dos años embalados en cajas de cartón en el salón principal del pequeño apartamento, a excepción de un bañador C&K y un vestido azul de noche que comparten percha en el mismo ropero. No se registra actividad ni en la cocina ni en el cuarto de aseo, a excepción de dos botes vacíos de CUCAL, uno en cada espacio. Nadie de la escalera de vecinos ha reconocido la presencia de la sra Nemesia en el inmueble, aunque en el padrón municipal consta como inquilina desde febrero de 1998.
De sus cuentas corrientes y libretas de ahorro son retirados periódicamente los abonos que realiza la Seguridad social en concepto de Pensión de jubilación y Pensión de viudedad desde diferentes capitales españolas. También son puestas al día otras cuentas donde revierten los réditos de algunas acciones. En una de estas cuentas, perteneciente a la Caja de Pensiones de Trujillo, consta el cobro de dos alquileres en Plasencia (Cáceres) y una anotación, también periódica y mensual, de novecientos euros, que se realiza aleatoriamente desde diferentes oficinas de Correos en la provincia de Valladolid por ingresos en efectivo. De estas últimas cuentas no es retirada cantidad alguna, aunque se ha comprobado que se efectúa control del saldo a diario, en alguna ocasión varias veces al día y desde lugares tan dispares como El Cairo, Nuanchot, Tolousse o Reus. Se puede facilitar estadillo completo de esas comprobaciones, algunas con fecha, e incluso hora local, desde enero de 2007 a quien pudiera necesitar tales referencias. No disponemos de mayor información relacionada, aún cuando hemos volcado en estas páginas algunas reseñas sobre su persona que amablemente han ido facilitándonos amigos y conocidos de Nemesia. En estos momentos estamos a la espera de más informaciones al respecto. Aceptamos cualquier anotación sobre el particular de aquel o aquellos que tengan a bien ofrecernos de su paradero, tal vez alguna pista fiable u otras referencias acerca de su vida. Quizás estas puedan conducirnos de alguna manera hasta ella. Agradeceremos se pongan en contacto con el gabinete de consultoría Rideel&CO o con su director Atahualpa Figo Moreno a través de este medio.







12.31.2007

FOLIO APÓCRIFO. Apartamento de Nemesia Morató. 31 Dic 2007. Aportación de Pablo Abrairamovich.

Me repito a mí misma.

No puedo escribir más y busco y rebusco en mis viejos papeles por ver si encuentro frases ocurrentes, algún que otro texto encadenado que me hable de cualquier cosa y me parezca aceptable.
He perdido la musa, querida. El duende que siempre habías visto en mí se ha evaporado.

Lo último con lo que me he tropezado y que seguramente te merecerá la pena, si no es así estoy dispuesta a disculparme, es el artículo que escribí para Tortugas del Crepúsculo, para el número cero de la revista que se empeño en publicar Eudivigis a finales de los cincuenta. No me pagó, ya te lo dije, aunque siempre supe que no iba a hacerlo. Para más inri, apuntilló que si todo iba bien y conseguía colarla en las universidades y en las bibliotecas, pronto pasaría a los quioscos y de allí al fondo de una editorial de prensa: El Noticiero, o a saber. Moral no le faltaba. Tendría un primo censor, digo yo.

No opuse resistencia. Me daba igual, la verdad. Quería publicar algo, donde fuera.

Tenía título. La voz de pito. (La Voix de sifflet)

Por aquel entonces, yo estaba volcada en la definición de lo excelente, como tú y Julio, aunque mi visión la entendierais mal, quizá por culpa mía. Ha llovido tanto que me importa un rábano reconocerlo.
Mis trabajos, sobre todo los más arriesgados, se centraban en las traducciones de las galeradas de mi padre: El tratado de la Atlántida, La puerta de Tannhäuser... así que a modo de descompresión acepté la idea de Eudivigis de que escribiera para su embrión de revista. Para su muermo de revista.

Ahora también necesito escribir, pero hacerlo con mayúsculas, escribir de verdad, y no precisamente para el público, aunque estoy tensa y no consigo recuperar el pulso, también creo que te habrás dado cuenta. Me veo vacía, Julio diría enucleada, como ausente. La ansiedad, que diría también tu hermano, se cierne sobre mi habitación a todas horas.
Hay algo, no sé, puede que trate de comprender lo que no tiene explicación ni lógica. Perdona si me pongo moralista o llorona. En otras situaciones, tal vez por eso busco respuesta en La voz de pito, la lógica se me ha mostrado por caminos poco convencionales.

La voz de pito hablaba de ello.

Recuerda:

Hacía dos años que en las peñas y los tablaos se venía comentando.
Hay una cantaora, puede que sea la última


No fue un buen comienzo para el artículo, pero a Eudivigis le gustó. Creo que porque no era muy riguroso. Tampoco tenía tanta gente que creyera en él. Estaba solo, como yo.

(Después de la muerte de mi padre me costó lo mío recuperarme y sobrellevar aquellos años de penurias. No fue fácil agrupar toda la obra de Prospecciones a la vez que trabajaba, escribía y practicaba con las cartas.)

Yo sé de qué hablaba. Sé de qué quería escribir.
La Voz de pito existió y no fue una loca borracha que cantaba por los bares, como se ha dicho.

Se hizo el silencio cuando aquella criaturica comenzó a ayear desde el fondo de la sala. Alguien dijo: -Que se calle- pero todos mandaron silencio. Entonces cantó

La Barcelona portuaria, la de las calles negras que tú y yo conocimos, escondía a aquella perla.
Oí hablar de ella mucho antes de que me interesara verdaderamente. De hecho, cuando me llegaron las primeras noticias de la Voz de pito me vino a la mente la gitana rubia que oí en el barrio de la ribera la noche en que murió Manolo Tarragona.
Recuerdo a aquel ser enclenque de ojos verdes cantando por “tientos” (como después supe), con los nudillos en sangre golpeando la mesa y con aquella voz de tijera clavándose en tu estómago.
Una criatura inhumana chillando, cantando con el quejío negro (que dijo uno) como una diosa oscura para los cuatro que habíamos allí.
Dos días después, en el entierro, Pacho me hablaba de la Voz de pito. La estaban buscando. Asocié ideas. La gitana rubia era La Voz.

Durante años se habló de ella. Aparecía y desaparecía. En las peñas todo el mundo esperaba, alerta, por si surgía de la nada una gitana menuda como una gacela y se ponía a cantar

Eso nunca sucedió así, ya lo intenté contar en la revista.

La Voz de pito, la Perla de la ribera, la Canastera, la Sola, se convirtió en una leyenda. No había tertulia flamenca en la que no se comentara. Unos inventaban cosas: que si la habían visto vomitar después de una seguirilla lúgubre, que si rompía las copas con la voz, que si le reventó una vena de la cabeza, otros, sin embargo, la buscaban noche tras noche por los garitos de aquella Barcelona. Ya sabes cómo son estas cosas.

Alguien me habló de un sanatorio en la montaña y de que había una flamenquita pequeña que cantaba como los ángeles. No había montaña. Era el sanatorio mental de San Baudilio, el manicomio provincial, como se decía entonces. Cuando llegué, una monja como un castillo me hizo pasar a un despacho blanco. Me entretuvo lo suficiente como para decirme que había muerto hacía dos semanas y que se la habían llevado unos hombres pálidos con cara de huevo.

-Unos caballeros muy altos y muy flacos. Casi no hablaban.

La Sola, sola, cantaba en el patio.
Los locos lloraban, las monjas reían.
Reventó cantando,
regalando joyas a otros seres naufragos

Me lo inventé, qué quieres que te diga. Seguro que no era ella. De hecho la siguieron viendo aquí y allá.
Puede que fueran únicamente réplicas, o imitadoras.

Ahora recuerdo esto y no se si me sirve. He escrito un poco más. Puede que por hoy sea suficiente. Ya me dirás.

22 comentarios:

Alfonso Muñoz dijo...

Y de repente ocurrió el milagro.
Es probable o cuando menos posible que los datos que se aportan sobre la desaparición de Nemesia, coincidan en mayor o menor medida con ciertas informaciones que lamentablemente incompletas y ciertamente inconexas, me llegaron vía boca-oreja, en circunstancias mas bien confusas.
Ante todo una aclaración previa solo por descartar. ¿Existe la posibilidad documentada o no, de que Nemesia haya podido residir en la ciudad de Vitoria, entre los años 50 y 60? De ser así, quizás haya alguna posibilidad de reconducir el hilo de su vida a partir de ése momento y gracias a la alchoolica colaboración de quien pudo ser su compañero en esas fechas.

rideel dijo...

Apreciado sr. Fai:

Desde Rideel&Co. agradecemos su colaboración con este apunte al respecto de la sra. Nemesia.

Puestos en contacto con la familia Van-Gaal Morató, nos indican que la única relación de la sra. Nemesia con la honrosa ciudad de Vitoria (que ellos sepan) son unas conferencias que coordinó en 1971 sobre la lectura del Tarot en dicha ciudad.

No obstante, cabe la posibilidad de que Melitón Güi, amante de Nemesia por las fechas que usted me indica(despues fue su marido), músico profesional y profesor de bombardino, se fuera de "bolos" por aquellas tierras. No se dispone de documento alguno al respecto, lamentablemente(E se non è cosa vera, è ben trovata).

Estamos a la espera de contactar con la sra María del Roser Sousa, confidente desde siempre de la sra. Nemesia, para que nos aclare estas cuestiones y otras muchas.

Desde la consultoría que coordinamos, se agradecerá que mantenga el contacto con nosotros para posibles novedades que se produzcan sobre la desaparecida.

Así mismo, le ofrecemos cualquier tipo de colaboración en sus actividades periodísticas de riesgo, muy conocidas por nosotros.

Cordialmente.

Atahualpa Figo.
Rideel&Co.

Alfonso Muñoz dijo...

Apreciado señor Figo ¿o puedo llamarle Atahualpa?.
Deseo hacerle partícipe de mi tremenda tristeza, por no poder aportar luz sobre el caso que su gabinete gestiona con tanto ahínco. Una secreta esperanza -una verdadera aguja en un pajar- me empujó a escribirle para verificar mis suposiciones sobre el paradero de Nemesia en la decada 50-60,a partir de los desvaríos a veces lúcidos, de una persona que conocí muy de cerca y que en modo alguno tenía relación con la música, ni con la vida bohemia que ésta conlleva, a excepción de las serenatas de "txistu" (especie de flauta vasca que popularizó el Conde de Peñaflorida), que tenía por costumbre acometer antes de quedar inconsciente, tumbado de bruces sobre la escalinata de la Catedral de Santa María.
En cualquier caso no respondía al honorable apellido Güi.
No le quepa duda que seguiré muy de cerca cuantos avances consiga en éste u otros campos ya sea por motivo o/y consecuencia de sus investigaciones o también, porqué no decirlo, de propio azar.
Deseando toda suerte de venturas para usted, su gabinete y sus investigaciones, quedo atentamente a la disposión de lo que guste mandar, ordenar o sugerir.

Señor fai.

rideel dijo...

Apreciado sr. Fai.

Vaya por delante, previo a otras consideraciones, nuestro agradecimiento más sincero por su comunicación.
Resulta comprensible, no obstante, que el paisanaje haga mella entre dos ciudadanos bregados en el Lumpen de este lado de la marina de l’Hospitalet (Barcelona) Si no es así, ruego me disculpe.
Antes de proseguir reconociendo su bonhomía y haciendo pago a tan voluntariosa “disciplencia” -neologismo acuñado por Nemesia en “Bujaraloz cruce de caminos”- (lo siento, es que este caso me empapa), quiero que conozca directamente que ha sido lo que ha facultado la publicación de este BLOG.
Nuestra agencia, al margen de ser conocida, o no, por el común del populacho, diremos que se viene centrando en los casos imposibles desde que triunfamos, allá por el año 98 del anterior siglo (pronto hará diez años ¡Caramba, como pasa el tiempo!) en el zahorítico caso del Tañedor sonámbulo. Como sin duda recordará – nos consta que su periódico realizó un extenso artículo dominical al respecto- la ciudad costera de Sagaró venía padeciendo de unos acúfenos nocturnos de muy misteriosos y nada definitorios orígenes y cometidos.
Los pobladores de tan lucido y estival municipio intentaron resolver el extraño caso acudiendo a todo tipo de profesionales, alegando docenas de argumentos contradictorios provenientes de la extensa acta de una reunión vecinal. Sin deseo de extendernos en el tema, usted recordará que en el Polter-Geist de tan enigmático y telúrico lugar, Rideel&Co, en concreto yo mismo, localicé a Rodolfo Llaneras Figuerola, voluntarioso tañedor de vihuela saltando por los tejados y dándole al cacharro sin desmayo. Cabe destacar que el personaje se mantuvo todo el tiempo al margen de valoraciones musicales, aunque tuvo que soportar las pedradas que, a cientos, recibió de aquellos que a la vez se vieron aliviados por lo poco siniestro de las cacofonías, y molestos por impertinente del individuo.

Este éxito, a todas luces concluyente, nos facilitó el acceso a otros casos y otras realidades. No querré obviar el que quizá nos dio más fama, recogido también el la prensa y denominado por las rotativas como “Dónde está la pasta” Recuérdese el fin de semana que la banda del peligroso delincuente butronero Pepe Sánchez Aguayo pasó en el subterráneo del Banco Ambrosiano de la Plaça de l’Ajuntament de Sant Sadurní. Después vinieron las amenazas y tal y cual, pero eso es otra historia.

Bien. No queriendo, como le digo, extenderme en el tema, mi intencionalidad con estas palabras no es otra que justificar la creación del BLOG (Nemesia, esa desconocida) a raíz de la imposibilidad de hallar fe y causa de la existencia de la señora Morató por medios llamados convencionales.

Parece, se lo juro, que se la haya tragado la tierra.

Ah! A propósito. Llámeme Atahualpa si quiere, o Rideel, que así me conocen también en los bajos fondos.
A la espera de sus nuevas colaboraciones, y si usted lo acepta, considérese un agente en la sombra.

Cordialmente.
Atahualpa Figo.

Alfonso Muñoz dijo...

Apreciado Atahualpa o Rideel, como gusta ser conocido en sus andazas nocturnas por los bajos fondos de ésta bien amada aunque poco conocida, ciudad de Lospitalet, tal como diría uno de sus mas ilustres hijas; Doña Celeste de Corvachios y Avigundas.

Ante todo agradecerle la oportunidad que me brinda de colaborar en la sombra,(honor que acepto sin sonrojo) en las investigaciones referidas a aportar luz sobre el paradero de Nemésia. Le agradezco el ofrecimiento y consiento en él con la ilusión florida de no desmerecer su confianza, ni desfallecer en el intento.

Incluso procuraré no dormirme en el desempeño de mi labor que en ocasiones puede demorar. como usted ya sabrá, hasta altas horas de la noche.El sueño y la aerofagia son dos condiciones que me cuesta orillar.

Entiendo que el desempeño de tan secreta ocupación ,exige de mí un esfuerzo renovado y tenga por seguro que procuraré estar a la altura de las circunstancias, aunque, hay que decirlo, el listón está yá muy alto.

Por de pronto ,como la propia naturaleza de nuestra relación exige la máxima discrección, he decidido adoptar un seudónimo para que a ninguno de los dos nos comprometan las sucesivas actuaciones que podrían derivar en algún momento, en ilegales, si la información a rescatar proviene de circulos criminales mas o menos organizados.

Mi nombre en clave será a partir de éste momento "condor". Note usted que es un nombre muy divulgado y que no puede levantar sospechas dado lo usual de su utilización en todos los sectores, incluido en el de la construcción.

Si considera que además y para ampliar la seguridad de nuestras transanciones, debemos adoptar algún tipo de contraseña, hágamelo saber por los medios habituales.

En éste momento, le ruego que me amplie la información que hace referencia al señor Perséforo Bróquil y a su actuación en el desarrollo o tal vez incluso,la organización de la huelga de 1967 en la que se movilizaron 7567 trabajadores y cuyo saldo se cerró con una decena de despidos y con la revisión de los ritmos de ensamblaje del modelo Seat 850. Modelo del cual, dicho sea de paso, el que suscribe tuvo dos ejemplares en diferentes momentos de su vida,con diferente suerte o disfrute.
Me gustaría delimitar si el modelo antes mencionado, era defectuoso "per se" (calentaba el agua en el radiador a ritmo de microondas)o sufrió algún tipo de boicot, directamente relacionado con los hechos acaecidos.
Quedo a la espera de sus noticias, no sin antes garantizarle la total y absoluta confidencialidad de sus informaciones.

Muy cordialmente,Condor.

rideel dijo...

Hola (Sr.Fai)Cóndor.


Me faltó un "lo" en mi anterior mensaje y sutilmente viene por su mano.

Nada que objetar. La pericia y la sutileza resultan de agradecer en uno de los agentes en los que he depositado más esperanzas. Prueba superada.
Me conturba sobremanera que haya usted desarbolado en minuto y medio mi entereza como buscavidas: mi perfil de narrador chanflón sucumbe ante tan bien pormenorizado detalle.

Pasemos rápido a mejores.

Atendiendo a su reciente cuestión, cosa que merece mi reconocimiento y gratitud por su avance en el estudio del caso, debo corresponder sin más demora.
De la periferia de éste surge sin ambages, casi sin vergüenza, uno de los personajes secundarios, vocal de Horizontes Protuberantes y antiguo mecánico de la organización a la vez que de la infradotada factoría SEAT o "La SEAT" como por todos ha sido conocida.

Perséforo Bróquil, aunque nos duela, jamás fue considerado por Nemesia ni por el núcleo duro de la organización una persona de confianza. Ya Eudivigis, en la mesa permanente previa a la octava asamblea, previa al quinto congreso, previo a las elecciones, manifestó enormes dudas sobre la capacidad de Bróquil para desempeñar lo que se espera siempre de un mecánico: automatismo, irreflexión, quizás algo de maña.
No obstante, Perse fue protegido por Roser y su sobrino Julián (camarada Julio) hasta el imprevisto momento de su jubilación.
Nada tuvo que ver con la huelga que me comenta, a no ser, en todo caso, que participara en algún altercado con sus propios compañeros. Amaba el mundo de la empresa, cosa que nos consta por informaciones vertidas al respecto por la misma Nemesia en “Abducciones” capítulo tercero, tercer parágrafo:
“… y vino él, nuestro hombre, y nada hizo. Se alió con el dueño de la cosa, medró, quiso recaudar su parte, y así se perdió todo.”

Bróquil fue considerado un topo y fue apartado de una manera taxativa por Nemesia, aunque en su despedida fue obsequiado con un reloj de cuarzo, en concreto un Aquastar de Duward con esfera azul y un trozo de huerto urbano en la sierra de Collserola. No lo aceptó de buen grado, perdiendo un tanto la cabeza y autodenominándose Funambulista Inalámbrico segundo, apelativo que en su día ostentara el mismo Eliécer.

Estas informaciones, junto a otras muchas, han sido constatadas por la anciana Mª Rosario (Roser) Sousa, aunque su memoria diste mucho de la que un caso como este precisaría si ella fuera la única informante. Son muchos los datos que esta señora nos podría facilitar al respecto, pero está entrando (lo siento, así he de manifestarlo) en el declive mental propio de esas edades avanzadas en las que todo nos la trae el pairo(desincronización le dicen ahora) a la vez que se manifiesta como la víctima de un desgaste intelectual a todas luces manifiesto.

Afortunadamente, Roser aún mantiene vivo en su memoria el recuerdo, a veces lúcido y a veces borroso, de la infausta Guerra Civil, y lo expresa con tanta vehemencia que a uno se le encoje el estómago, por no mencionar el escroto. En algunas ocasiones no sabe dónde acaba de dejar los leotardos y te explica con el máximo detalle cosas sucedidas hace más de setenta años.

Disculpe usted esta broma irreverente, pero se me había puesto a huevo. Disculpe también esta chanza iconoclasta pero se me había puesto a huevo. En todo caso, disculpe usted.

Añadiendo más temática al asunto, y como habrá podido observar que ando un poco fumado (nada importante: cosecha propia), le diré que Nemesia, en efecto, mantuvo una estrecha relación con Gastéiz (Vitoria)como usted sabiamente apuntó, a la vez que con Iruña, Baracaldo y Zugarramurdi. En este tetraedro imaginario confluyen, según otra información de la señora Roser, unas fuerzas telúricas, tectónicas y extrasensoriales de lo más plurivalentes (en concreto dijo poliédricas) siendo en este espacio donde ella misma ha venido trabajando en el espeso mundo (por lo menos para un servidor) de la palindrómica quántica.

Lamento no poder ser más explícito en esta cuestión, ya que en el momento justo de pronunciar esos palabros, y después de cuatro horas de merienda, Roser se nos durmió. Haciendo valer sus ochenta y ocho años, facultó que los que estábamos allí nos fuéramos de inmediato, de puntillas y resoplando.

Le rogaría que avanzará en la conexión vitoriana, quizás extraigamos algo de todo ello.

Ya ve Cóndor, cómo son las cosas. Hoy aquí, mañana allí.
Hoy por ti, mañana por mí. Todos para uno, uno para todos.
Buenos modales juntan caudales y abren puertas principales. La sinrazón nos lleva a la guerra, la razón a la merienda. (Este es mío)

De aquí podría salir esa contraseña que me reclama, necesaria, creo, máxime cuando me huelo que este medio está siendo observado por lo enemigos y encontrados de Nemesia. Otro día hablaremos de Cementino Cagancho, prócer de la tan ilustre hija de l’Hospitalet de la que me ha hecho mención.

Mientras, le ruego no comente este caso, a no ser que la persona o estamentos le sean de total confianza.

Un saludo.

Rideel.

Rideel&Co

Alfonso Muñoz dijo...

Hola Rideel, soy Cóndor. (la sinrazón no merienda).
No ha sido mi intención conturbarle ni poco ni mucho ni ná, osease de ninguna manera, ni por supuesto que se sintiera usted así, debido a mi abrupta irrupción en el caso que le ocupa, le preocupa y posiblemente le postocupe.
Mis disculpas mas sentidas si no las mas sinceras. Sirvan éstas, ya que estamos, para reconocer como es debido, el verbo fácil que le caracteriza y la erudición que destila su pluma versus teclado, en la concatenación de parafrases palidrómicas que jamás antes habían sido proclamadas con tanta frescura y gallardía., sus versátiles giros y sus recónditos vericuetos que esconden el germen sublime de la inteligencia puesta al servicio del huevo frito.
Pasando al tema que nos ocupa sin más halagos, todos ellos merecidos, le he de comunicar que ha sido un acierto por su parte reiniciar la investigación de la , llamémosla, “trama vasca”, puesto que no habiéndome convencido mucho el resultado de la información requerida sobre la posible estancia de Nemesia Morató a la familia Van-Gaal Morató, tal como usted recordará, realicé una pequeña comprobación en la asociación astrológica La Rueda de La Fortuna, la asociación Nigeba, la asociación Astrológica El Loco y la asociación Vitorina de Enfermería Gerontológica y después de hacerme pasar por un hijo bastardo de Rappel, inquirí sobre las jornadas de Tarot que según la familia se realizaron en el año 71 y de cuya coordinación estuvo encargada Nemesia.
Me costó muchísimo trabajo convencer a los responsables de todas dignas asociaciones, del interés que podía tener el pasado para construir un futuro del que no nos sintamos avergonzados. Por lo visto, dichas asociaciones profesionales (me costó un pico de la visa) mayormente solo muestran interés por el futuro de la clientela y el suyo propio y no aprenden de los errores del pasado a no ser que tenga que ver con su ficha policial.

Al grano. Todas las fuentes coinciden en que dichas jornadas se suspendieron en el último momento por causas ajenas a la dirección de la empresa, sin derecho a devolución de la matrícula. Es decir no llegaron a realizarse, lo que nos coloca en la claras preguntas a bocajarro... ¿qué hizo Nemesia durante los 3 días que en teoría estuvo en Vitoria en noviembre de 1971? ¿con quién estuvo? ¿llevaba Nemesia una doble vida?¿engañaba a su amante Melitón Güi con otro hombre? o la que quizás es la pregunta clave ¿ensayaba Nemesia, ya por aquel entonces, con su propia disolución en el océano magmático de la humanidad?
Estará de acuerdo conmigo que dichas preguntas aunque no se puedan responder en la totalidad, quizás no se pueda responder ninguna o alguna a medias o quizás algún trozo sólo, abren una nueva vía de investigación del todo insospechada, que generará sin dudas, renovadas contrastaciones y teorías evolutivas diferentes.
Cambio y corto.

Cóndor
(adjuntaría nota de prensa de la época si supiera como hacersela llegar)

rideel dijo...

Hola Cóndor, aquí Rideel:

Leo con ardor su último recado, y lo interpreto como el fruto del más que admirado tinte sardónico que a su eglógica escritura aplica. Alabanzas aparte y como veo que ha cogido usted perfectamente el hilo del asunto, voy a penetrar por allí por dónde es lícito para ir llevando a cabo todo lo uno, lo otro y lo que cuelga.

A pesar de ello, y como percibo que la cosa se puede ir por los cerros, me voy a ver en la tesitura (palabra que desprecio pero que ahora me viene bien) de consustanciar el desparrame y el monto de las cuestiones, y ver así de ir sintetizando.

Para mí, que no es mucho, que nos vamos aproximando al momento álgido del caso. No siendo esta cosa baladí, al contrario, nos va a favorecer el hecho de saber dónde estamos, mientras que nos aclarará de dónde venimos y adonde vamos. Esta terna pseudofilosófica la podremos aplicar más adelante a otras cosas que en nuestra vida se vayan sucediendo, si lo creemos oportuno o nos facilita la existencia (cosa que dudo) pero permítame continuar.
Leyendo y releyendo, una y otra vez los textos que administro, he descubierto con sorpresa que lo tenemos todo, que no es poco. Las claves están ahí: la historia prácticamente hilvanada, los factores definidos, el urdimbre y la trama, los bastidores, el comité de empresa, las vacaciones pagadas, el IRPF, los TC1 y los TC2…

Rogando acepte como descarga de la tensión esta última morcilla dialéctica (le reitero, es que el caso me puede) me concentro, me modero y me hago una pregunta castellana ¿Dónde está nuestro error sin solución? Me convoco, me contengo y me hago una respuesta a la gallega ¿Estará el error en que no debemos encontrar a Nemesia? Esta inmunda cuestión ha armado la lacra que vengo acarreando desde el día en que se me encomendó el caso, al margen de otras docenas entre las que destaca por lo concreto esta: Nemesia está en el fondo de un pantano tan ricamente.

Esta hipótesis, aceptable si se quiere, moralista si se quiere, viene siendo desmentida por mí mismo en cuanto el representante de la familia Morató: el doctor Lucio Anneo Lamela, plantea que demos el asunto por zanjado definitivamente.
Este lapsus mentis que padezco cada vez que se me insinúa el hecho de cerrar el caso, viene derivado de mi voluntad expresa de pagar la hipoteca, el préstamo del coche, el apartamento en Lloret, el colegio de los niños, el alquiler del despacho, el abrigo de Lupita, y el asilo de mamá. Todo ello cuaja al baño maría nuevas ideas y muchas variaciones al respecto de dónde está el Quiz de la cuestión.
¿Debemos prolongar por más tiempo la búsqueda de Nemesia? ¿Habrá podido sobrevivir en la intemperie una señora de más de ochenta años, por mucho carácter que tenga, con lo que corre por ahí? ¿La habrán hecho desaparecer? ¿Intentará su familia con algún fraudulento legalismo (oxímoron de pasmo como resulta ser hielo líquido o nacionalista de izquierdas) cobrar algún seguro? ¿No seré yo mismo un objeto más de sus miserias?

No quiero responderme por ahora, a no ser que lleguemos a la pista buena. Me centraré, ya que es lo que más me interesa, en la relación entre Melquiades Sousa, Agustín Forlán y el propio Eliécer, creadores de Prospecciones Celestes, un club de amigos puesto a bajar de un burro por toda la ufología internacional. Así gano tiempo.
También en la juventud de Nemesia la escéptica: La incrédula que retomó el trabajo de su padre para demostrar lo indemostrable o para rematarlo definitivamente.

En cuanto a la “conexión vitoriana” me escuece decirle que poco sabemos del presente y nada sabremos del pasado. Si sabemos algo es de lo que está por venir, entendiendo el saber como el preámbulo de la idea, nexo entre el conocimiento, el sentimiento y la intuición.
No vamos al encuentro de una respuesta. Como todo hombre sabio salimos a buscar nuevas preguntas.

De todas maneras dígame si descubre algo. ¿No?

A la espera de sus aportaciones, reciba este caluroso abrazo.

Rideel
Rideel&Co.

Alfonso Muñoz dijo...

Hello Rideel, aquí Cóndor (merendarse la memoria, nos lleva a la sinrazón).

Cuanta sabiduría destilan sus palabras. Una vez mas y no me canso, me he de descubrir ante su fino criterio y su mente preclara, casi clara. ¡Pero no se me desanime hombre¡
¿todavía no se ha dado cuenta de donde está Nemesia? .

Qué razón tiene cuando afirma sin ningún género de duda que posee ya todas las claves, del caso. Nemesia está en todos los detalles. En todos los testimonios, incluso los indirectos. Nemesia está en su propia historia y también en el fondo del pantano de Sau.
Pues oiga...¿no cree que estar en todas partes le confiere un halo sobrenatural que le hubiese encantado combinar con sus leotardos color fucsia?.

En cuanto a la familia Van-Gaal Morató, sospecho que sus motivaciones no están del todo claras. Lo habitual es abandonar a los viejos a su suerte; un asilo, una gasolinera en los Monegros, un paso a nivel sin barreras...un paso cebra de la Meridiana.

Buscarlos por medio mundo, sin reparar en medios, gastando un Potosí y un Pototambién, contratado agencias detectivescas, medios periodísticos, anuncios por palabras en las secciones de relax de los periódicos de las principales ciudades europeas, ofreciendo recompensas que no piensan pagar, vallas de carreteras y entre cien medios mas, cotratar al prestigioso gabinete que usted dirige, dicen mucho del amor que le profesan o de los intereses ocultos que anidan.

Vaya con cuidado amigo Atahualpa, no vaya a ser que Nemesia tenga verdaderas razones para haber desaparecido y haya dedicado en vida, su vida a no dejar ni rastro.
Quizás desde aquella vez en una comisaría de Gastéiz (en el 71 aquello era las vascongadas) en la que acusada de desafecta al régimen (se atrevió a predecir la caída del régimen en un bolo de Tarot en Ondarroa) pasó toda la noche rezando el rosario junto a un proxeneta masón y comunista al que le olía el aliento y los calcetines.
Quizás poco tiempo después o mucho o no sé cuanto tiempo, pero parece nítido y cristalino que Nemesia ha desaparecido por voluntad propia o quizás no, quizás al desaparecer ha logrado todo lo contrario, aparecer en todas partes y desde hace algunos días, lo digo por experiencia, a todas horas y por todos los rincones de mi casa y de mi cama.

Lacónico me he puesto.

Por último y reconociendo su fineza agridulce con la que me deleita a estas horas, coincido en pensar que la “Conexión Vitorina” solamente nos llevará a coleccionar otro montón de notas de prensa, de referencias cruzada con otras ciudades y con otras personas, u gorro de baño con flores estampadas y un manual de taquimeca, con el consiguiente peligro latente, existente y consistente en que el guiso se pase. Un arroz pasado es la muerte.
Puede usted seguir dándole vueltas al bombo o comprarse un conejo, ahora que está tan barato. En cualquiér caso cuenta usted con mi colaboración para las dos cosas.

¡el mañana es nuestro!

Cóndor se da por abrazado, calurosamente.

rideel dijo...

Admirado Cóndor: (Centrifugando la merienda abombamos la razón)

Llegó justo ahora de los Encantes. No podrá creer lo que me ha sucedido.
Espere, que dejo la chaqueta. Por cierto, qué precios.
Al lado de una cornucopia del XIX ¡Hosti, tú! ¡Ocho volúmenes tomobibilográficos de Cuadernos de Ufología entre 1987 y 1995! Ya sabe como soy para esto de husmearlo todo; así que abro el primero por el centro y ¿Qué encuentro? Nemesia Morató “ El viaje de la Heroína” no le explico más.
¿Magia? ¿Casualidad? ¿Otra burla del destino?
Qué le tengo que decir, pues que me los he quedado, eso sí, después de regatear con los dos moros (unos vendedores de este mercado) y aquí los tengo encima de la mesa (los libros). Bonitos, con cubiertas rojas de polipiel, con letras doradas y guindaletas trenzadas para separar las hojas.

Disculpe usted el enfático matacaballo, es que no he podido reprimirme.

Me he leído el año 87 de cabo a rabo en el trayecto Glorias-Av. Carrilet (TBM-línea 1) sentado en 1988. Ni que decir tiene que lo aquí expuesto no roza, ni por asomo, la calidad literaria de nuestra amiga Nemesia. Ya le pasaré alguna referencia. ¡Cómo escribe la puñetera! ¡Qué razonamientos! ¡Qué canibalismo!
En este fagocitarse a si misma, que a modo de extravagancia lúdica ha tenido como hobbie, ha podido escribir mucho, pero no lo ha hecho, como se ve, esparciendo con cuentagotas su obra como anteriormente lo hicieran Madame de Sevigné, Madame de La Fayette y Madame Bofarull. Como usted sabrá, estas damas se expresaron del modo que pudieron, siendo unas Madames finas y pulcras que jamás pisaron el barro, modelos incólumes para Nemesia, aunque a combatir, como la existencia disoluta de nuestra protagonista nos ha dejado en prenda.

Hace unas semanas quise consultar con un psicólogo del barrio, Indalecio José Fernando Camilleri Ortigales (Chencho) al respecto de la conducta ambivalente y suicida de Nemesia. Lo hice, y después de unas nocturnas en un bar de Doctor Fleming (una pulquería, según él), whisky, bolero, whiskey, bolero, güisqui, bolero, güisquiqui, panchitos, quicos, cacahuetes, más guhisqky, serpentinas, la mili etc. me entregó un informe informe de todo aquello que, como facultado técnico, creyó descubrir en nuestra amiga. Intenté leerlo allí mismo, pero Moncho me hacía llorar.

Me despido, me vengo p’a casa. (–Manola, Abre que soy yo, que no sé donde he dejado las llaves).
¿El informe? Una pifia de farfulla, un sablazo de aquí t’espero, un aguachirri en papel cuché. Pero ¡Ay, amigo! el cabroncete escribe algo, casi en el epílogo, justo detrás de carta astral y un poco antes del aureograma (o la aurografía. Un aviso en mayúsculas “Atensión: Nemesia podría ser un hombre”…¡Tu padre! Doscientos euros y dieciséis whiskys, para que me digas esto. Me calmo, valoro el hecho y me respondo, -No es posible-. Me acuesto y duermo dieciocho horas.

El día que me despierto (Bloody Mary y tal y cual) parado como un don Tancredo en medio de Rambla Justo Oliveras, una enorme paloma mensajera toma mi calva por una diana. Impávido, dejo que chorree su mensaje. Esta situación me suministra una nueva dosis de lucidez pasajera y me vuelvo a responder,

-No es posible.

Prescindo de este tipo de asesores y llamo urgentemente al Dr. Lucio Anneo. Necesito más pasta.

Este interludio, agreste si usted quiere, chabacano si usted quiere, muestra por dónde van las cosas.

Avanzo. Voy descubriendo cosas y confrontándolas con otras. Hago estadillos, cuadrantes, organigramas. Leo, pienso, fumo, bebo. (He dejado el Litio) Salgo al balcón, miro a los perros correr detrás de las pelotas, veo a los niños correr detrás de los perros. He pedido un retrato robot de Nemesia a un informante que vejeta en un periodiquillo. He pedido una foto de Nemesia a un pasma que vejeta en un carguillo. Paseo, fumo, juego a los dardos. Salgo, camino. Estuve ayer en un club hasta las tantas, aún tengo la trompeta metida por la oreja. Me he comido una paella a las seis de la mañana; luego, me he ido a los Encantes.

Así y todo, no me considero un investigador nefasto. Quizá me encuentre perdido en el barbecho paramero de este caso, moderno, eso sí, del siglo XXI, pero no hay para tanto. Mi vida, sin pasado (mi curriculum presidiario así lo amortigua) y mi muerte, sin presente (se me escapa fugaz entre los dedos) me favorecen la libertad de movimientos y la perspectiva que puede tener un espectro, quizás un loco, tal vez la nave de otro planeta.
Soy un detective salvaje, lo reconozco, puesto de lado en el trampantojo ¡Qué palabra! de un caso ficticio promovido por seres ramplones y egoístas. Para ellos soy una herramienta con tarje y zapatos que obra a su voluntad (que se lo han creído) un voyeur perplejo, un consultor sin carné, puede que eso sí, pero con mala leche.

P’a ombliguito yo.

Estoy aquí porque ella no.
Su ausencia es mi presencia. Su bloqueo, mi avance. Su oscuridad, mis gafas de Cercas.

¿Cuánto aguantaré en el paspartú de esta mentira?
Mientras que llegue la pasta.

Me voy a echar una siesta.


Le digo.
Saludos fraternales.

Rideel
Rideel&Co.

Alfonso Muñoz dijo...

Hola Rideel,(sólo en la merienda podemos hallar la paz).Aquí Cóndor.

Cuantas cuentas gratuitas,
oradan nuestro pasado.
Por otras cosas descuidado, del ya como, me como la o.

De Don Justo Oliveras, hablamos otro día en el que esté usted mas descansado.

Un abrazo abrasador.
Cóndor

rideel dijo...

Amigo Cóndor ( La verdad nos hará liebres)


Me conmueve sobremanera el cúmulo de deferencias, inmerecidas, que viene
volcando sobre este humilde investigador privado, el que, no siéndolo de
poco, carece a la vez de mucho.

Agradece enormemente mi sombrero (inexistente) y lo que ha dado en proteger
bajo él mismo, la voluntad, el detalle y el cordial mensaje que en todas sus
letras subyace.

No obstante, y aferrándome a la amistad que me manifiesta y no queriéndola
perder (me parece un ejercicio humano meritorio, con lo que hay por ahí) no
quisiera tampoco, y por nada del mundo, que la soledad y la angustia que
connotan, denotan y rebotan mis palabras (en referencia a este caso) fueran
malinterpretadas por mente alguna. He matado, recuerde.

Explicado esto, veo como esta mano mía (la buena) aporrea el teclado, no
habiendo cosa mejor (ya no toco el xilófono), cuando debería estar por ahí
buscando a la pobre anciana, que para eso me pagan. Por cierto ¿Qué edad
tiene su prima Amparito? (No puedo esperar por más tiempo) Me recuerda vaga
mente (permítame esta licencia) a la prima de un agente amigo mío,
corresponsal madrileño e hincha entusiasta del Athleti.


Neus Asensi de mi vida
Eres carne como yo
por eso te quiero tanto
y te doy un polvorón (alfajor o mantecado)

Tómalo, tuyo es, mío no.


Se me escapan los elogios a esta prima suya.

Sobre el artículo que le prometí, “El Viaje de la Heroína” veré de
escanearlo esta misma tarde, a la hora del “mos” que es cuando no hay nadie
en el despacho. La discreción, ya sabe.

En cuanto a su mensaje vía email, le diré que ha sido colgado del Blog, en
el buen sentido de la palabra Blog, sin dar referencia a su identidad, a sus
rasgos, ni a su hacienda. También verá que cuelga el artículo periodístico,
imprescindible para desentrañar la “trama vasca” y/o la “conexión vitoriana”.

Estoy pensando pasarme por la norteña ciudad en los próximos días, para ver
las obras insondables que están haciendo en la Catedral de Sta María. Luego,
el Chillida Leku, el Guggenheim, en Bus se comprende, chistorra, pacharán,
tapeo. También, y por qué no, para preguntar a los ancianos del lugar sobre
aquel año 1971. Me llevo la cámara y la chequera de los Van-Gaal. Dos
novelas de Auster, una de Hammet, y el callejero de Bermeo (Pienso pasarme
por el Jokin, hacen un marmitako que quita el sentido) La última vez me
perdí y aparecí en San Juan de Gaztelugache, eso si que son escaleras.

Entendiendo como lúdica y psicoonanista esta naciente relación epistolar,
reciba mi mensaje más cordial e irreductible. Ya se lo dije: Hoy por ti,
mañana por mí.

“Prietas las filas” Ya se sabe que del amor al odio hay tan sólo un paso (a
la inversa muchísimos más) y en personas sentimentalmente disminuidas como
un servidor ni eso.

Le escribo cuatro letras en cuanto pueda.

Un abrazo


Rideel

Rideel&co.

Alfonso Muñoz dijo...

Hola leediR. Aquí rodnòC (desde detrás del espejo, la barba descrece y las ojeras desmerecen).

Habiéndome descolgado notablemente éstos días de la afición que, a falta de otras ocupaciones menos importantes pero mas anestesiantes, mas me congratula conmigo mismo (la búsqueda incansable de la anciana Nemesia); le pido disculpas si le ha asaltado la idea del abandono por suicidio del que suscribe.
No es el caso, gozo de perfecta salud a excepción de una caries en una pieza del maxilar superior.

Mi vida está a salvo, salvo que algún despuntado conductor se embriague pisando el pedal en el momento mas inoportuno, como aquella vez que una botella de vermouth paso rozando mi jeta, porque habiendo rebotado en el capó de un automóvil, (parado en ese momento), saltó con certera precisión para no tocarme, pero sí para avisarme de cuan frágil es la línea que separa el estar del no estar y enseñarme con saña la puerta que nos abre un universo de azares caóticos en la sala de estar en la que se ha convertido, si no ha sido siempre así, nuestra sencilla existencia.

Con enormidad pero sin gradilocuencia, le agradezco sus palabras. Tiene usted razón en estimar poco común la siembra de la semilla de la amistad, aunque sea de forma epistolar, lo que la hace menos común todavía. Téngame usted en consecuencia, como yo lo hago. Si la búsqueda de Nemesia a propiciado éste encuentro en lo virtual ¿qué otras búsquedas lo recrearán en lo real?
También le agradezco el reconocimiento público que está haciendo de mi labor como investigador aficionado. Esta deferencia por su parte, si que es inmerecida, dicho esto sin falsa modestia.

En cuanto a mi prima Amparito, ¿qué le puedo decir, que no vea usted con sus propios ojos? Es todo color...27 añitos recién cumplidos. La foto se la tomó su exnovio Facundo en un viaje que hicieron a Berlín Este, cuando ya no se llamaba así y muestra la esencia de su alma desnuda. Desnuda.

Me comunica usted que posiblemente se desplace en próximas fechas a la muy noble ciudad de Vitoria, para proseguir con sus investigaciones y profundizar en la línea de la “trama Vitoriana”, decirle que me parece muy bien. Le daré la dirección y el teléfono de un confidente (Benito Avemusarristorriaga Izaurduru), que ha sido quién me puso en esa pista después de patinar con él, en la pista (de patinaje) del parque de La Florida, en el invierno de 2000. En realidad sólo patinó él. Yo pasé todo el tiempo intentando ponerme de pié. Pero la experiencia, chichonera incluida, resultó plenamente satisfactoria. Entre otras cosas porque nunca se sabe cuando vas a necesitar a un bregado patinador norteño.

Le dejo.
He de organizar la cena, obligar a mis hijos a ducharse, salvo pena de tortura, recoger mis únicos 4 pares de calcetines de la cuerda de la ropa (procurando que no caigan al patio de luces), fregar los platos del viernes y darle un beso a mi mujer sin miedo a ser agredido.

Un abrazo sin noñerías, ni moñerías.
Cóndor.

rideel dijo...

Hola Cóndor, aquí Rideel. (Hay brújulas en los cuatro puntos cardinales)

Recibo en el día de hoy dos mensajes dominicales por su parte de usted.
Ambos dos, he de decir, son al mismo tiempo leídos y publicados, ampliamente comprendidos, aceptados y correspondientemente archivados.
Habrá podido ver que he hecho uso del penúltimo a modo de entradilla (sin su permiso) de lo que más adelante desarrollaré relacionando cosas que no sé y que desconozco, que surgirán de no se sabe tampoco dónde para llevarnos a un sitio cualquiera.

Si bien y de resultas de tan lucido embrollo somos capaces de asimilar algo, dando, como es de menester, razón al caso y a uno mismo (independientemente) podremos saludar al devenir de las horas, de los días, qui lo sá, al mondo lirondo de la paranoia gris y al de la literatura negra.

Jeremiadas aparte, y con el ánimo de recuperar epistolarios que no deserciones, verá que he publicado parte de lo que le comenté (El viaje de la Heroína) al respecto de Hilda, la mamá de Nemesia, la que creyéndola perdida en alta mar con treintinueve fornidos tripulantes, reaparece cinco años después en la frontera de Francia, calva y sin un duro (que más hubiese querido la pobre) justo cuando su marido va a ser fusilado en el Campo de la Bota (ahora recinto del Fórum).
Este artículo, firmado por la inefable Nemesia, elucubra mucho al respecto de que la tal Hilda es en verdad su madre. Curiosamente, (lo circunstancial y sus coincidencias hace que vuelva a interpelarme sobre cuan juguetona es la casualidad y de cuantas bromas gusta proveerse), un ujier del Museu Nacional de Catalunya, Santiago Gallifa, justo ahora, me hace llegar una fotocopia de otro documento, en este caso un salvoconducto de la comisaría de la Junquera, del mismo año 42.
Hildegarda (agárrese) y la propia tía carnal, en el buen sentido, del pobre Gallifa: Teodora Gallifa, solicitan permiso a la autoridad competente para ir en tránsito, como se decía entonces, y en dirección a la ciudad gerundense de Gerona.
Quiero creer, por sus comentarios, que ha leído la parte del artículo que publicó Nemesia y que yo mismo a la vez también he publicado. GAD.

Así mismo, sigo avanzando gracias a mi otro confidente: Pablo Abarairamovich, subins. de los Mossos de Esquadra, en el caso de La Voz de Pito (la Voix de sifflet) la agitanada cantaora rubia en la que Nemesia quiso ver a una alienígena.
Le puedo pasar el contacto de Abrairamovich por si desea corresponderse con él. Es también un duro aficionado al vermut, a la buena vida y a los placeres que la acompañan.

Agradeceré, por otra parte, que me facilite usted el contacto con el patinador Benito, nunca se sabe para que puede uno necesitar un aizcolari en zamarreta,(como usted indica) o un aizcolari, o un carné del ANV, o una botella de txacolí, o un autobús en llamas.
En cualquier caso, no me de usted este contacto, si no quiere. Hágame el favor y vea de preguntar a su prima Amparito si habla inglés, es importante, o no es importante, es igual, con que hable es suficiente, y aunque sea muda como un lenguado, mi secretaria se ha vuelto al pueblo a cuidar a su tía enferma y no tengo quien me corrija los diptongos. No quiero parecer grosero, nada más lejos de su imaginación ni de la realidad.
Ya me dirá, querido amigo.

Y ya para despedirme por hoy, y como cuchufleta, le diré que mi conflicto con los calcetines (siempre negros, es una manía) radica en lo difícil que me resulta emparejarlos, máxime cuando uno no entiende en absoluto en estas labores, ni en otras muchas, como le comentaba, cosa que me lleva a no mostrarme mucho en calzoncillos, pues a veces luzco el palmito con un calcetín sin goma en un tobillo y el otro anclado con saña a la otra media pierna. Mis partenaires en estas lides (señoras, sobre todo) no parecen importunarse demasiado, tampoco, aunque he de reseñar que si uno no es exigente con sus ligas, ortopédicas la mayoría, no acepto críticas sobre mis descuidados paños menores.


Gracias de nuevo por su andamio vital y su correspondencia.

A los pies de su señora.

Un fuerte abrazo.

Rideel
Rideel&Co.

Alfonso Muñoz dijo...

Hola Rideel (Ya nadie duda de que la cucaracha no puede caminar), aquí Cóndor.
Le escribo desde la claridad de la niebla que me envuelve y me revuelve.
Como un espectro camino, en el reencuentro del mundo y de sus habitantes y habitantas.
He de informarle de que no es la primera vez que esto me sucede y me supera por arriba y por abajo, engrandeciendo exagerado el grano de arena que se cuela en el ojo y que se conviete en china primero y en roca después, alimentada por el profuso lacrimar.
Posiblemente no será la última y aprovecho para disculparme de antemano por el devenir del porvenir, oscuro y confuso.
Lamento no haber tenido tiempo para avisarle y por ello le ruego disculpas.

Durante éste tiempo, he de decirle que no he estado ocioso aunque sí desaparecido (usted se habrá preguntado insistentemente sin hallar respuestas).
He viajado a Vitoria recientemente y de eso quería hablarle, puesto que moviendo algunas oscuras conciencias en paseos al cajero de la "tuxa" primero y a la calle de los Herranz (en concreto a sus angostas tabernas),después he descubierto con gran gozo y creciente júbilo, que tras su paso por el calabozo, Nemesia fué recogida en su casa por una institutriz británica llamada Molly Malone, que tenía fijada su residencia en Goiains y a la que conoció en una tasca de la calle San Prudencio, mientras que daba cuenta de un pinxo de tortilla de calabacines y un rioja de la época.

Del cómo, de las conversación que mantuvieron sobre las reacciones mitocondriales en una atmosfera (teórica) de vacio de los cromosomas tipo xx, le daré detalladas referencias, así como una fotogarfía de ambas en traje de baño realizada por Marta Mar (ahún sin identificar) en los albores del verano del 72 en una improvisada playa del embalse de Urrúnaga.
Por lo que parece y desgracidamente Molly falleció hace dos años y no he podido contactar con ninguno de sus descendientes, pues habitan todos (un hijo, llamado Muy Malone y una sobrina, Dolly Peakers), en las lejanas y teutónicas sajonias, regentando, según rumores,una fábrica de salchichas Erbswurst, pero he podido visitar su casa museo (no he mencionado que Molly fué en vida pintora y escultura, además de enfermera cardiaca) y he hallado verdaderas joyas de la corta época en la que Nemesia, permaneció en su casa.
Páginas sueltas de un diario, fotografías, un pañuelo bordado por el amante de Molly con sus inicales, mas fotografías, un autoretrato al carboncillo de la própia Nemesia, dibujado por ella misma (por eso autoretrato) y un sinfín de objetos que dificilmente podríamos colocar en su contexto original, dedales, copas de cristal, lapiz de labios chuchurrío, mocadores, llaves, etc.

Ya vé querido Rideel, que ausente no es sinónimo de ocioso.
La infinidad de datos que he podido reunir en los pocos días que he estado en la
Casa Museo Molly Malone, hacen aconsejable una pormenorización (no me haga repetir la palabra)y un análisis comparativo, para determinar su importancia y su encaje, en el gigantesco puzzle en el que se ha convertido la huella de Nemesia en su caminar por el lodo del tiempo.
¿Nemesia, una poetisa revolucionaria?.
¿qué coño va ser? diría una amiga mía.
Un neblinoso abrazo.
Cóndor

rideel dijo...

Mensaje intentado enviar ayer (24/02/08) sin éxito aparente.


Apreciado agente. (…fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles…P.Neruda).

Nada más inexacto ni impropio.

Con mucho dolor y alborozo de mi contradictoria alma, que si pudiera ella misma se expresaría, le atiendo en su nuevo y muy esperado mensaje. Me veo de nuevo en la tesitura (palabra que estoy aprendiendo a valorar) de comentarle el monto de mis quebraderos, no sin antes agradecer tan profundo y tan bien pormenorizado (gracias) mensaje suyo.
Ya casi daba por perdida su colaboración científica, cosa que me ha apenado sobremanera, creyendo en lo principal que quizás yo le ofendiera con algún comentario mío: cosa imperdonable, por otra parte. Como sabe usted, anduve tiempo atrás en malas compañas, circunstancia que ha favorecido todo tipo de injertos en la personalidad de mi persona, imbricaciones amorfas que afloran a veces dejando al aire esa imagen de capullo que a veces tengo o dando muestra fehaciente de que lo puedo llegar a ser sin remisión. Alguna responsabilidad tendré yo mismo, creo.
Si este ha sido el caso, le ruego me disculpe.

Veo que de su coraza de periodista de riesgo surgen telas de araña de colores, (permítame la licencia) como si usted fuera un paisaje, amigo, un ser predispuesto al combate o a acudir a la guerra o a la amistad por muy duras que sean las consecuencias. Hemos asistido a entierros y después hemos vaciado casas, ambos, también creo.
Por eso veo y valoro la intensidad de su trabajo con mi mirada sobre las cosas que nunca pierdo, aplicándola con la mesura y el cuidado que merecen el esfuerzo y el trabajo bien hecho, sin pago posible pues no tienen precio. Afortunadamente.

Su investigación efectuada en Vitoria tampoco lo tiene.

No quisiera perder la oportunidad que me brinda esta mañana dominguera, ya mi hijo pequeño sin bicicleta ni paseo, para recavar nuevamente su complicidad en este caso.
Ando yo mismo un poco apartado, lo reconozco: otros negocios, divorcios, consorcios, cosas que pasan sobre mí sin tocarme aunque sin hundirme, accidente que aun me ayuda a sostener este globo inerte llamado Nemesia y a creer que tiene solución o explosión, quién sabe. Su complicidad resultará ahora obligatoria. La evidencia a veces se nos hace invisible.

He de constatarle (si se puede decir así) que me interesa mucho el apartado de la investigación centrado en la casa museo de la familia Malone, las hojas del diario de la señorita Molly sobre todo, además del pañuelo o mocador del que me hace referencia. Ya sabe usted que el mundo es un pañuelo, y que en el eterno retorno de la espiral concéntrica que se denomina realidad circular, la verdad acaba por salir a flote y que lo coincidente, o lo que apreciamos de ello, es una punta de iceberg o un pino retorcido en un cementerio de coches.

Nemesia fue poetisa. De eso no hay duda, y ha llevado al límite su vida, su realismo visceral, o su viscerealismo, como diría Cesárea Tinajero en un libro mejicano, de cuyo nombre prefiero no acordarme. Faltará que recupere mi valentía para enfrentarme definitivamente a la verdad.

Nemesia no ha muerto.

Le escribo algo más esta misma tarde.
He de salir a comer, tengo la nevera temblando.

Salud.

Riddel.

Alfonso Muñoz dijo...

Hola de nuevo Reedel (...Quién
me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.P.N). Aquí Cóndor.

Antes que nada quisera agradecerle el suave disfrute de su tibio regazo. Inmerecido sin duda, pero no menos reconfortante que un vaso de leche caliente en mitad del lloro, de la noche o del frío, o de ambas cosas tres.
Eructo con placer mirando al techo y me sustraigo a las volutas de humo imaginarias, que deberían subir lentamente, rodeandose a sí mismas en antropófoga espiral, en el caso de que yo fumara, que no es tal. El caso.
Mientras me desago y vuelvo a la realidad (o lo que yo llamo realidad), insisto en mi agradecimiento y le invito a comer una paella montalban.
Ya se verá donde y cuando, espero que en un futuro pluscuamperfecto.

Ya que hablamos de arroz,vamos al grano.
Cómo le dije en mi anterior informe, he conseguido recopilar alguna información sobre la estancia o más bien, las vivencias de Nemesia, en las compañias de Molly Malone y Marta Mar (ahora sé que es o era fotografa), gracias al detalle pormenorizado de esos días en las páginas del diario de Molly.
No sufra usted mucho. En cuanto tenga elaborado el hilo de la cuestión y logre traducir algunas frases que se me resisten del idioma de Shakespeare, le haré un detallado informe que le obligará a colocarse una prótesis en la boca y un mocho en el brazo.
Mientras tanto y salvo mejor examen, le enumero las cuestiones ya constatadas, comprobadas y por lo tanto elevadas al rango de "verdá" con las que contamos.

1) Nemesia viaja a Vitoria en noviembre de 1971 y es detenida por desafección al régimen.Es fichada y pasa la noche en un mugriento calabozo. Es liberada bajo multa gubernativa de 10000 pesetas de las de entonces y bajo la amenaza de una tunda de padre y señor mío, si volvía a las andadas.
2) Nemesia es reconocida en un bar del casco viejo, por Molly Malone, artista plástica y aficionada al tarot en sus ratos libres y por la tarde.
3) Aquí los detalles son confusos. No se sabe muy bien, si Molly invita a Nemesia a irse de vacaciones con ella al lago azul, o ambas tropiezan en la puerta cuando una de las dos (no está claro quién, aunque pienso que fué Nemesia), está escapando de la cuenta a toda leche.
En cualquier caso, el contacto se produce y ambas acaban en la casa museo, que por aquél entonces, sólo era casa.

Hay otros hechos contrastados; cómo que se bañaban con fecuencia en el lago Urrúnaga, que Molly intentó en al menos una ocasión, besar a Nemesia con la lengua puesta.(existe una confesión escrita de Molly, de su verguenza y arrepentimiento) y alguna cosa mas de menor entidad, como anecdotas y chascarrillos, que se confesaban en las luminosas tardes de la primavera del 72, cuando salían a montar en bici por los prados verdes y vascos.
Se me hace dificil todavía, lograr el hilo cronológico de ésta época y no quisiera, por nada del mundo, ni siquiera por nada del otro mundo, anteponer situaciones que pudieron tener lugar en otro orden. Por ejemplo, la bofetada de Nemesia, estaría fuera de lugar de haberse producido con anterioridad al intento de seducción de Molly.

En fín amigo Reedel...un lío de tres pares, que voy a ir desentrañando en la medida de mis fuerzas, de mi tiempo e incluso de mi exiguo patrimonio. Y si usted me lo permite abusando de su entrañable hospitalidad.

Por otro lado, mención especial merece, en mi opinión las reflexiones de su secretaria Zori (espero que se me permita llamarla así), publicadas hace unos días, supongo que mientras usted andaba recuperandose de sus actividades nocturnas. Creo que ha dado en el clavo, aportando una visión clara pero a la vez tierna de su trastorno disociativo de dentidad, utilizando un elegante y envidianble estilo.
Un casto beso, que espero le transmita y para usted, un varonil abrazo.

Cóndor

rideel dijo...

Apreciado agente Cóndor. ( Es quan dormo que hi veig clar…)

Siete días después de mi último mensaje, giro la tapa de mi tarro de eufemismos y me dispongo a endilgarle una nueva andanada.

Apreciado agente Cóndor. (… foll d’una dolça metzina…)

El devenir de mi incolora, inodora e insípida existencia da fe nuevamente de cómo los días me embeben y en medio de tanta locura, sin abastar con suficiencia lo que mi vida roza, la realidad se me oculta en el chorreo continuo de una fuente cualquiera.

En ese perpetuo: beber, beber, beber es un gran placer el agua para bañarse y p’a los patos que nadan bien, las imágenes borrosas de tanto desvarío flotan a mi alrededor sin comprender yo mismo en que plano de la realidad me encuentro, ni en que dimensión ni en que distrito. Non facit ebrietas vitia, sed protrahit.

La situación comienza a preocuparme, que no a desembriagarme.

Verá amigo Cóndor.

Desde el pasado jueves, puede que fuera martes, vengo asistiendo a un cúmulo de situaciones que no hacen más que desestabilizarme los archivos, los cuadrantes, los estadillos y mi propia noción de las cosas. La pobre Zori puede dar fe de que va el lío.

Es por esto, y porque mi esposa ha partido a Murcia con los cuatro sambernardos, que me veo acosado por las obligaciones de padre de familia numerosa (gracias a Dios se ha llevado los perros), ya sabe, comidas, cenas, lavadoras, els deures de l'escola etc…y en el deber de acometer los muchos y muy variopintos quehaceres que mis compromisos como presidente de la comunidad de vecinos, secretario de la asociación de coleccionistas de lencería fina, y pareja invencible de mi partenaire de dominó, me asignan.

Un camarero llamado Arnulfo podrá dar razón también si se lo pregunta.

Es por esto, pregúntele, pregúntele, que me he dedicado a vaciarle las botellas, y despues los estantes y anaqueles al emprestítico camarero, solución que a él le favorece, en lo económico, básicamente, pero que a un servidor le lleva a la ruina y a preparar los desayunos metiendo a los niños en el lavavajillas mientras que envío los vasos de leche con colacao al colegio.

El resto del día se puede usted figurar.

Empiezo por el termo de café, bocadillo de Omeprazol, chupito de Almax, otros chupitos, otros chupitos, hasta acabar con la lengua pegada al hielo del congelador y eso antes de que sean las diez de la mañana, puede que medio día.

Bueno, no le entretengo más con mis cuitas y mis desasosiegos.

Pasemos al asunto en sí.

Afortunadamente, me ha llegado a principios de mes la pasta de la familia Van Gaal Morató, a pesar de todo, y aunque me he fundido las dos terceras partes, puede que menos, (¡estamos a día 3! creo), buscaré por los bolsillos si encuentro los pantalones, felizmente, digo, dispongo de nuevo de nuevo capital para invertir en mis investigaciones, disculpe, que es de lo que quería yo hablarle.

Como habrá podido observar, no he publicado nuevos datos en referencia a la desaparación de la anciana Arsenia Moscardó, perdón: Nemesia Morató, lapso imperdonable, circunstancia que, como habrá podido comprender, ha sido causada por mi desequilibrada afición a beberme los vientos y pedazos extensos de Escocia.
Nuestro Blog desfallece, amigo, no así mi intención de hacerlo prosperar, pero son muchas las obligaciones, ya le he dicho.

Me ha intimidado y alegrado, intimidado y alegrado, intimidado y alegrado su último hallazgo. ¿Nemesia fue acosada por Molly Malone! …Nada sabía. ¡Caramba! ¡Sapristi!
¡Que me aspen!

Lo que pude averiguar de esta señora (cosa que ahora comprendo con mayor soltura, si cabe) consta en algunas cartas que publicaré, no se apure, con referencias que Nemesia hace acusando veladamente a Molly de inducir al asesinato de su propio y tercer marido de ella (recuerde: Melitón Güi, el profesor de bombardino aquel) entre alabanzas, también viene en la carta, a los pasteles de tortilla y a los bollos mantecados que elaboraba con tanto mimo la susodicha y redicha señorita Malone.
Quién sabe a que se refería en realidad.

En reseña de aquel tiempo, y gracias a alguna evasiva respuesta de la sobrina (lejana: prima-nieta o algo parecido) de la señora Eufrasia (Nemesia perdón) señorita Penélope Van Gaal-Morató, de la que ya le comentaré muchas cosas en quizá otra ocasión, hago constar en la carpeta “Enfermedades de la Anciana” que ésta (Nemesia) padeció de cándidas de por vida desde que viajó a Vitoria, además de escoceduras crónicas en salva sea la parte, favorecidas, o quizás al contrario, por la desmesura que tuvo en aquel tiempo por el disfrute del deporte del ciclismo y del roce con sillín de la bicicleta.
Esta lesión le facultó el tic nervioso por el que ha sido conocida dentro y fuera del la esfera pública, aquel pequeño y ultra rápido rascamiento que se aplicaba con el dedo índice, auque siempre por encima del pantalón (nunca llevó falda, que se sepa) en el momento que le acudía alguna duda, una decisión precipitada o un inconcreto nerviosismo.

Veré de pasarle en breve reseña de aquella carta que le comento dirigida a la srta. Molly por parte de Nemesia, la publicaré en el Blog, creo que será lo más adecuado, además de lo referido al fusilamiento del pobre Eliécer Morató en presencia de su esposa Hildegarda (Negrura, pero en fin).

Seguiremos en contacto.
(El juicio no debe perderse)

Y para despedirme de usted, reciba un fraternal abrazo.

Voy a tomarme unas jarras.

Atahualpa Figo Moreno.
Rideel&Co.

rideel dijo...

Apreciado agente Cóndor: (Las uñas afiladas rompen las medias de seda)

Cabizbajo y compungido me siento ante el teclado para enarbolar banderas blancas y escribir en ellas. Sobreponerme ahora a mi derrota de hombre cabal (sin mencionar el grado) me lleva de nuevo a augurios de sangre y a barruntos de muerte.
La cárcel inmisericorde de mi cuerpo ha querido abandonarme, o expulsarme (que ha de ser éste definitivamente el caso) para devolverme de nuevo a ese sinsentido límbico de los seres inocentes, de los presidiarios cobardes o del sueño gris de los ciegos que no ven.

Mi cuerpo: C.I.P. Cuerpo de Investigadores Privados (en concreto el subsecretario: Abelardo Moraleda) me ha denegado la renovación de la licencia, el carné y el número, instándome a acudir a su vez ante la Guardia Civil para que me borren de un listado que ellos tienen, hasta los restos, y se me retire indefinidamente el permiso de armas. No se sorprenda, estas cosas pasan. De hecho es la tercera vez que me ocurre.
Sospecho cual ha sido la causa (la desmedida afición que le comenté en su día) pero no por ello dejo de valorar la absurda resolución como una forma de quitarme del medio (de momento únicamente en lo oficial) a sabiendas de que desde diferentes estamentos quieren darle carpetazo al asunto de la desaparición de la Señora Nemesia Morató.

Esta pasajera situación no hace más que perturbarme, cosa lógica, todo hay que decirlo, pero no por ello uno ha de sentirse triste ni disminuido.
Me reafirmo en mis propias valoraciones al a vez que le expongo de qué manera las afronto:

Yo soy yo. Eso es lo importante. No soy mi héroe, pero soy lo único que tengo ¡qué coño!
Ya no tengo licencia, pero de momento me la suda, con perdón.

No vivo en Brooklyn, pero bebo mucho, he de reconocerlo. Fumo compulsivamente pero no tengo oficina acristalada con ventilador en el techo. Tampoco perchero. Además no uso sombrero y mucho menos lo lanzo a la remanguillé. Tampoco gabardina. No sé a que viene esto, pero quiero que quede claro.

Además, le diré que he visto el amanecer desde el Muelle de inflamables del puerto, que una vez comí higos chumbos y que si no llegué a tiempo a la cima de mi carrera fue porque estaba en la cama con Paperas (una amiga de la facultad de veterinaria).
Quiero aclarar que nunca estuve en New York, ya que ese cabaret estaba en otro barrio, pero voy a menudo a otros parajes parecidos a consustanciar mi vida con meditaciones y cabildeos propios de personas como yo.
Carezco ahora de tanto y poseo tan poco que enumerarlo aquí sería la exuberancia de un cíclico bucle sinfín, o de un círculo de hielo gausiano, o de un anillo de helio moebiusiano.

¿Qué podría cantar una persona ante su propio abismo?
¿Un himno? ¿Un réquiem? ¿Cumpleaños feliz?

Quedamos algunos que aspiramos a rozar esa respuesta alguna vez en la vida, aunque sea la punta de los dedos. Otros, simplemente por descuido, acabarán por pisarla por la calle.

Lamento haberme excedido en esta serie de imposturas, pero necesitaba hacerlo.

De todas maneras, agradezco su atención y su trabajo y lo valoro como se merece.
Mucho nos va a hacer falta, creo, más aquello que también le dije en su momento, recuerde: tesón, energía, voluntad y praxis, y más ahora que el dr. Luccio Anneo Lamela se ha hecho con el control personal del caso, expulsándome sin más y negándome el finiquito, las dietas y el transporte, y quitándome las llaves del apartamento de la calle Celestino Huertas; tengo las llaves, pero seguro que cambian la cerradura.

Afortunadamente he encontrado algo de correspondencia entre Nemesia y la Malone, creo que ya le comenté y aquí la tengo, cosa que nos ha de servir (por aquello del copy paste) para ir avanzando en la definición de la personalidad confusa y contradictoria de la señora Nemesia y ver si la cosa avanza.

Yo a esta mujer la encuentro, cueste lo que cueste.
Sigo en la Brecha, por eso no se preocupe.

Un saludo consuetudinario y afectuoso.

Atahualpa Figo Moreno.
Rideel&Co.

Alfonso Muñoz dijo...

Apreciado(por algunos) Atahualpa. (Mi tesón es mi badajo. Mi trabajo me cuesta.)Aquí Cóndor.
Compungido y aterrado me hallo por lo que me cuenta; Compungido por esa innoble injusticia que han cometido con usted al retirarle carné y los pertrechos, como quien quita la vida queriendo quitar solo unos céntimos. De marranos está el mundo lleno, pero sólo nos ensuciamos cuando se revuelcan en la desdicha ajena.
Aterrado como le digo, por el alcance de lo acontecido.¿está en peligro su vida? ! Vive Dios que no he de consentir atropello alguno!!!
Si necesita usted de seguridad privada o de personal de fortuna que den cuenta de supuestas amenazas o de supuestos malandrines, no deje de decírmelo. Conozco a algunas personas (si se les puede llamar así) que resuelven cuestiones de éste tipo con absoluta discreción (años de nocturnidades que no pasan en balde).
En consecuencia le ruego, que no deje de vislumbrar el horizonte, me da en la nariz que éste caso está llegando a un punto importante o resolutorio, a tenor de las incomodidades que me relata y que muy bien pudieran deberse a el éxito de las últimas investigaciones. Alguien se revuelve en su sillón y no es porque se haya sentado sobre el mando.
Al hilo de esto, no tema usted por la seguridad de los escritos de Molly Malone, puesto que he sido muy cuidadoso en mantener oculta mi verdadera identidad y por lo tanto, considero a salvo, incluso de la sospecha todo el recopilatorio que he recopilado y que guardo en un lugar seguro.
Nada mas, estoy acabando la segunda traducción del manuscrito de Molly, la que se refiere al primer encuentro, y en cuanto lo tenga acabado se lo haré saber como corresponde a un hombre de honor.
Un abrazo solidario.
Cóndor

rideel dijo...

Apreciado amigo Cóndor. (Por carreteras secundarias se llega todas partes)


Doy de nuevo entrada a su mensaje mientras que veo de qué manera puedo volver a exteriorizarme.
Como habrá podido comprobar por la entradilla del blog, la familia Van-Gaal Morató ha desautorizado a su portavoz Dr. Lucio Anneo Lamela (valedor mío en otros tiempos y enconado adversario de éste que le cuenta a día de hoy) reafirmándome en mi puesto y subiéndome el sueldo por encima del IPC. Dios aprieta pero no ahoga.

Las diferencias con el doctor no son antiguas, pero vienen de lejos. Este amariposado y abstemio personaje, y lo digo sin resquemores ni resentimientos (uno es moderno) ha ejercido la prolongación de sí mismo en una serie de luxaciones intelectuales y físicas, dándose en la obligatoriedad que también se aplica, la serie de compromisos más espartana de persona alguna imaginarse pueda. De entre esta ristra de responsabilidades absurdas, básicamente porque se las atribuye sin que nadie se lo indique, destacan muchas de carácter privado, otras no tanto, e incluso algunas públicas relacionadas con el divertido mundo del masoquismo, con el de la ferretería industrial y con el del psicoanálisis. No es de esto de lo que quería hablarle en esta ocasión, pero ya que he comenzado permítame que concluya. El Dr. Lucio Anneo es un plema, eso la familia ya lo sabe, y se lo perdona, digo yo, pero un servidor le importa un bledo el tipo éste y no puede estar a todas horas pendiente de lo que se le vaya a ocurrir al susodicho.
Lo tengo como un ciprés en la oficina, intentando dirigir todos y cada uno de mis pasos: los derechos y los que hacen eses, los que van en zigzag y los de a cuatro patas. Algo tendrá que ver este factor con mi retomado y desmesurado interés por lo etílico. Zori está que cualquier día le da con algo.

Bueno, aclarada mi situación en lo relativo a la asignación del caso, al margen de que sigo sin arma reglamentaria, y he dicho reglamentaria que es decir legal, le comunico con gran alborozo y no menos grande albornoz, que por fin he podido realizar el viaje que comprometí a Vitoria, llegando justo ayer domingo 23 después de pasar por la industrial Miranda de Ebro, por Burgos, Segovia, Madrid, Guadalajara, Medinaceli, Calatayud, Zaragoza, Fraga, Tárrega, el monasterio de Montserrat , Molins de rei y Cornellà. Qué bien se informa uno y se come y se bebe en esos sitios. Ya sabe usted: una cosa nos lleva a la otra y la otra a la una. Pimientos, clarete, pinchos, gulas, callos, cochinillo, sal de frutas, pimientos, clarete, pinchos, omeprazol, cocochas, almax, anchoas, rioja, cantos regionales, toda la tarde en urgencias en el Txagorritxu etc… y eso sin salir de Álava.

Le diré también que antes estuve en Logroño, bendita calle Laurel, y allí mantuve una entrevista con un antiguo colega de seminario con quien me une una antigua y fructífera amistad. Siendo él ahora oficial del ejército con muy lucidos y lujosos contactos, dispone de otras muchas cosas (números de teléfono, estrellas en la bocamanga, gente que se le cuadra a taconazos etc.), cuyo monto, felizmente como verá, me ha favorecido en grado sumo a la hora de proseguir en mis pesquisas. Todo irá siendo publicado en el Blog a su debido tiempo, no se preocupe por eso.

Valgan unos apuntes inconexos para consustanciar lo que le refiero: La calle Dato. Estación de tren. Pensión de la tercera edad. Círculo artístico y Bar Casablanca. También debería hacer anotación del pequeño periplo que he realizado por el misterioso y burgalés condado de Treviño, cosa que no haré por el momento por razones que tienen que ver con lo extrasensorial y con circunstancias de las que me inhibo por no decir que me aterran.
Se me ocurrió ir a cierto pueblo abandonado de ese condado, visitado en su día por Nemesia según me indicó mi contacto en Logroño. Si no lo veo no lo creo, y aún viendo lo que vi sigo sin creerlo. Delirium Tremens dice Zori, pero yo no estoy tan seguro.

Esté usted al caso y atento a mis próximas publicaciones. Daré en breve noticia de lo que por ahora no puedo. Falta contrastar ciertas averiguaciones y matizar y tamizar algunas otras suposiciones.

Le saludo a usted y humildemente le exhorto a que avance en lo que pueda por su lado.
Espero ese segundo extracto de la relación de Nemesia con la franco-irlandesa Molly Malone.

Un respetuoso sombrerazo.

Atahualpa Figo.
Rideel&Co.

Rideel.

Anónimo dijo...

La Sola, como la conocí, muchos la llamaron la Canastera y los que más La Voz de Pito, fue una mujer menuda y tímida, poco sociable, pero ampliamente conocida por los vecinos del barrio de la Ribera de Barcelona entre los años 50 y 70 del pasado siglo. Destacaba por su larga trenza rubia y por su figura frágil y delicada, aunque de alguna manera transmitía un cierto aire de fortaleza que, a pesar de esta contradictoria fisonomía, le confería un porte entre poder y misterio, o simplemente una agridulce aura mágica.
Formó parte de una familia numerosa compuesta por un padre solo, dos hermanos varones mayores que ella y bastantes hermanos más pequeños a los que tuvo que hacer de madre. Silenciosa y trabajadora, permaneció en el núcleo familiar hasta bien entrada la madurez, aun cuando, a pesar de sus tareas diarias, se la podía ver en los bares que abrían hasta tarde, en los que entraba de soslayo y cantaba a pleno pulmón sin que nadie se lo pidiera.
Hubo una periodista o escritora, creo que se trata de la misma mujer que ustedes buscaron allá por el año 2008, que aseguró había muerto en el Sanatorio de Sant Boi. Nada de eso es cierto. Nunca estuvo allí.
María Jesús Cortés, La Sola, como se la conocía en La calle Carders y San Agustín quedó soltera y nadie le conoció hombre ni nada por el estilo. Durante algún tiempo no se tuvo noticias, pues no bajaba a la calle, o si lo hacía nadie la vio hacerlo. Sus vecinas, con las que apenas tenía trato, aseguran que se disfrazaba con la ropa de alguno de sus hermanos e iba con frecuencia al teatro en el paralelo.
Cuando se hizo mayor, estuvo hasta abril del año 2010 en el asilo Monte Carmelo. Según nos dijeron sus hermanos, un sobrino suyo, se comenta que con posibles, se la llevó a vivir con él a Pasadena California.

EL EQUIPO DE RIDEEL &CO. PRECISA DE SU COLABORACIÓN

Cualquier noticia, o aproximación a la identidad de doña Nemesia Morató Xirgu, será bien recibida.
Sus posibles herederos sabrán agradecérselo.
Se ha establecido una recompensa de la que se dará mayor información en su momento.
A todo aquel que sepa dar algún dato sobre Nemesia o esclarecer las relaciones que gota a gota van desgranándose a través de este medio, la familia Van-Gaal Morató ofrecerá su merecida compensación.

(Muy importante: Necesitamos fotografías de la señora Morató de la que se pudiera disponer, ya que, incomprensiblemente, a día de hoy no contamos con ninguna. De manera un tanto ilógica, han desaparecido inclusive del registro del Documento nacional de identidad.)

Escrito atribuido a la señora N.Morató. Cajón de una mesilla, Chamarilero, Ponferrada, 19/08/04.




Me siento abotargada, y creo que no es por otra causa que por la costumbre que estoy adquiriendo de hacer balance de todos y cada uno de mis actos. A pesar de ello, valoro como positivo este antojo mío de juzgar cualquier cosa, aunque tenga que verme como me veo y sentirme de esta manera. Podrá parecer que todo viene derivado desde el cono de deyección de mi cascada natural de persona uniforme y objetiva, no carente de pesimismos profundos ni ausente de las más elementales virtudes teologales, cardinales, dones y frutos del espíritu.Disiento, no obstante, mientras que me reafirmo en lo mío, sin dejar de calificar esta manía persecutoria como fruto escuálido de una moralidad impuesta, a la vez que la veo desde lejos con la rigidez de aquella que ha sido educada dentro de camisas de franela y de batas escolares dos tallas menores. Es por esto, y por algunas otras cuestiones, que he decidido calificar mi aproximación al sintagma gramatical “Resentimiento” como el delta lógico de una vida fútil e inservible, afluente, a la vez, de vidas principales y rierilla de un acueducto-gravamen de progenitores impositivos y totalitarios, mientras que de puentes desorientados y ausentes. De nada sirvieron las revisiones periódicas de mis expedientes realizadas con inquina zorruna por las hermanas (mitad a madres mitad monjas) de la fluida congregación de Santa Brunilda. De nada sirvieron, digo, pero me reafirmo en la naturalidad que, años después, he podido valorar en sus plegarias. Si bien papá y mamá me ignoraron todo lo que pudieron, mientras viajaban por los países más recónditos a la búsqueda de objetos arqueológicos relacionados con el germen de vida extraterrestre en nuestro planeta (cosa que no viene a cuento en este resumen), ellos mismos hicieron que otros estamentos instructivos, y por qué no decirlo: docentes, se cebaran con mi persona (y experimentaran con ella) haciendo uso del catálogo de las técnicas pedagógicas misioneras más avanzadas, mientras que desempolvaban algunas otras tardo-medievales. He de reconocer, por otra parte, haciendo de nuevo alarde de mi obcecación y manía de ser la jueza de mi vida, que si bien la voluntad de las misioneras y voluntarias fue siempre la de orientarme hacia la sumisión y el recato, mi tozudez opuso a sus prácticas una férrea resistencia a la vez que una inoperancia y un sufrimiento sin medida. Esa negación a dejarme llevar sin sentido, “Impermeable Mula” me llamó Sor Társila, facultó que me dieran por imposible a la vez que me ofrecieran como alternativa una serie de ocupaciones relacionadas con la limpieza de las letrinas, las jaulas de las pulardas y el laboratorio de química. Fue ahí donde purgué mis pecados de alumna indisciplinada y obtusa, según ellas, a la vez que yo misma ejercía de profesora mía, mientras que de compañera, colega y amiga invisible. La cuestión es que el paso del tiempo, y el uso abusivo de determinadas substancias, me ha hecho olvidar el monto de aquellos infaustos años de aprendizaje y clausura, mientras que, incomprensiblemente, ha acrecentado esta indiscriminada inclinación mía hacia el Resentimiento. Lo porcentual de lo uno nos lleva a lo otro y viceversa, mientras que es directamente proporcional, el incremento del sentimiento puro este, al declive memorístico que de lo concreto y vivido recuerdo.Lo que no he dejado ni por un momento de chirriar como el eje vertebrador de mi estúpida infancia, ha sido la vara de mimbre con la que Sor Társila intentaba en todo momento hacerme comprender, también según ella, la verdad que había en sus palabras y en lo mucho que mi mente oxidada desconocía del mundo exterior. La tarde en que desapareció dentro de la tina de ácido sulfúrico fue la más feliz de mi vida, al margen, claro está, de la que vi aterrizar a papá y a mamá en un platillo volante con aspecto de taxi para rescatarme y partir todos juntos hacia el asteroide imaginario QWERTY, aunque después me abandonaran allí a merced de otras alienígenas también con túnicas y proclives sin mesura a innumerables ritos y ceremoniales relacionados con rezos y guisos de remolachas hervidas.Volviendo a lo incongruente de mi vida vivida, no podré olvidar mi tránsito por hospicios, lupanares, estaciones orbitales ni cotolengos. Resultaría ahora conveniente hacer uso de una capacidad de valoración superior de la que dispongo, como para poder transmitir al lector cuales fueron y de qué manera obraron en mi persona aquellos periplos sin límite por biohábitats tan dispares. Si pudiera endilgarles mejor mi condición narrativa, explicaría de qué manera y cómo huí, caí presa, realicé conferencias, fui asistente teatral e incluso hice un curso de cocina japonesa. No quisiera evaluar este compendio de excentricidades lúdicas como el lógico flujo magmático y purulento en el que ha desembocado mi existencia. No.No muero aquí, aunque muchos lo quisieran; mi vida debe avanzar progresando hacia adelante, mientras que observo el modo en que yo misma me retracto de mis críticas a la vez que me reafirmo en mis valoraciones. Salgo a comprarme unas medias.